El serbio Novak Djokovic fue por la vía rápida ante el checo Vit Kopriva en la primera ronda, que solventó en una hora y 58 minutos. Más tiempo y esfuerzo tuvo que invertir para derrotar a un más rebelde escocés Jacob Fearnley, que pese a ser un novato de 22 años y 277 del mundo arañó un set al heptcampeón.
Ganó 'Nole' en cuatro mangas, tres horas: 6-3, 6-4, 5-7 y 7-5. Con más sufrimiento del que hubiera deseado, peleándose en ocasiones con su equipo técnico y en otro desafiando a algún aficionado que entendió demasiado volcado con el británico y poco respetuoso con él.
Con la experiencia de sus 37 años y palmarés, lidió con estas circunstancias Djokovic, que alabó el juego de su rival, recién salido del ámbito universitario estadounidense, que retrasó su llegada a profesionales. "No voy a poner ninguna excusa por la lesión", manifestó el serbio sobre su rendimiento presente y futuro.
Tras endurecerse el encuentro, se requirió a Djokovic sobre el estado de su rodilla, una especie de parte médico particular, de cómo está reaccionando tras haber sido operado de un desgarro meniscal sólo hace un mes.
"Hoy no he sentido ningún dolor, lo cual es estupendo. Mi rodilla ha respondido muy bien en los días de descanso. No he tenido ninguna hinchazón ni inflamación, que es genial".
Sí existe otro tipo de dolor: "Los músculos que la rodean se contraen y duelen más de lo normal porque están compensando y protegiendo la rodilla, lo cual es normal. Hay más trabajo en esos músculos. Tal vez por ese dolor aún no tengo la velocidad dinámica y potencia que necesito y quiero tener", significó.
El otro problema, "es el movimiento. No está bien, pero es algo que puedo trabajar. Forma parte del proceso de los primeros días, y lo tengo que aceptar. Lo importante es que no hay dolor".