Una de las leyes que más han perseguido a la nueva legislatura de Pedro Sánchez ha sido, sin duda, la de la amnistía. Esta fue la ley que marcó la investidura del líder del PSOE, y la que logró, entre otras, evitar una repetición electoral. Pero, desde entonces, la polémica está casi a la orden del día.
El último capítulo de todo este embrollo lo tuvimos este mismo lunes 1 de julio. Fue entonces cuando conocimos la decisión del Tribunal Supremo de rechazar como amnistiado el delito de malversación, un movimiento que afectaba directamente a Carles Puigdemont. Si el líder de Junts tenía pensado regresar a Catalunya para el debate de investidura en el Parlament, el Supremo pone ahora una piedra en su camino.
El Supremo rechazó la posibilidad de amnistiar este delito por dos motivos esenciales. El primero es que considera que los condenados por el 'Procés' hicieron uso de dinero público para su beneficio personal, un detalle que, según remarcan, el mismo texto de la ley de amnistía lo recoge como excepción. El segundo es que, además, el mal uso de este dinero afectó también a los intereses financieros de la Unión Europea.
Por todo ello, el regreso de Puigdemont sigue siendo de lo más complicado. Un Puigdemont, por cierto, que no tardó en pronunciarse en redes sobre la decisión del Supremo. Primero lo hizo con un tuit algo más explicativo. "Cuando los jueces hacen política desde su cargo y lo utilizan para subvertir el estado de derecho, eso tiene un nombre. Y lo encontraréis en el código penal", señalaba el expresidente catalán.
Pero no fue su único movimiento en redes. Horas después de este primer comentario, Puigdemont volvía a la carga con una expresión mucho más clara y contundente. "La Toga Nostra", escribía el líder de Junts, haciendo referencia a 'La Cosa Nostra', la conocida expresión que se usa cuando nos referimos a la mafia. Exactamente la misma expresión que utilizó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, para definir en redes el auto del juez Llarena.