EL TRUCO QUE SOLO CONOCEN LOS EXPERTOS EN VINO PARA COMPRAR LAS MEJORES BOTELLAS DE BURDEOS A MITAD DE PRECIO

Hoy vamos con un gran tema que exige, para que salga bien, cierta cantidad de paciencia y dinero, aspectos no muy arraigados en la gran mayoría de la especie humana, pero que de tenerlos os puede generar pingües beneficios y/o un placer de lo más gratificante.

Y es que las recomendaciones de este texto se basan en botellas que aún no están a la venta, de hecho, ni siquiera los vinos están terminados. A todos les falta mayor o menor tiempo de crianza en barrica y afinamiento en botella.

Pero entonces ¿Por qué nuestro mesías, poseedor de la palabra verdadera, quiere mostrarnos vinos que no podremos comprar?

Es que aquí viene la gracia: sí los podéis comprar. ¿Cómo? Como siempre, pinchando en el link que os he dejado debajo de cada texto. ¿Entonces nos va a llegar a casa un proto vino? No, el truco es que a vuestro domicilio hasta principios de 2026 no os va a llegar nada más allá de la factura y el justificante de compra. Y ¿por qué voy a hacer eso?

Porque es más barato.

Hay referencias cuyo precio, cuando realmente están descorchables, es tan estratosférico que esta se ha quedado como la única vía medio razonable para poder adquirir la alta jerarquía, sobre todo, de los grandes vinos de Burdeos que es con lo que vengo hoy.

¿Todos estos vinos van a costar más dentro de dos años? Mucho más, si bien en este juego puedes dar con una mala añada o una mediocre versión de un vino, lo que aquí os traigo en la siguiente selección es alta jerarquía en sus mejores versiones. Burdeos se va a poner interesante, me explico: tanto los años 2022 como el protagonista del texto, 2023, son excelentes, sobre todo este último, por tanto van a ser añadas cotizadas.

Otro aspecto interesante que están haciendo muchas de las grandes bodegas de la región es reducir sus producciones. Esto, supuestamente, no solo repercute en un extra de calidad sino también de inflación de precios: si hay menos botellas para los mismos compradores el precio no va a dejar de seguir subiendo, por supuesto, siempre refiriéndome a las bodegas excelentes.

Por tanto, estamos ante un win-win de manual, lo único que hace falta es, eso, paciencia, y a cambio obtendréis un vino de clase mundial por un precio más bajo y las bodegas contarán con financiación inmediata para poder seguir con sus proyectos, por no dejar de mencionar el prestigio que les supone tener un gran porcentaje de este tipo de venta.

Venga, empiezo, que nos los quitan de las manos.

1. Château Leoville Barton, 2023, Saint Julien. 78,77 euros.

Y lo hago en Saint Julien con uno de sus grandes vinos, por ejemplo, un 2021 de esta referencia cuesta unos 100 euros (no fue gran añada) y un 2018 (que sí lo fue) más de 150 euros.

Una vez salvada la inversión, lo que tenéis a cambio es un tinto de una bodega familiar que ya está gestionada por la 6ª y 7ª generación de una saga de origen irlandés (de ahí el apellido Barton) que se especializa en Burdeos de corte clásico, de gran finura, con un excelente trabajo en madera con la Cabernet Sauvignon como protagonista.

Por lo que he probado apunta a vino enorme.

2. Château Pontet Canet, 2023, Pauillac. 93,17 euros.

Uno de mis châteaus favoritos de Pauillac. Esta gente es simpatiquísima y organiza buenos saraos.

La última vez que los visité es de los pocos que te da a probar sus vinos a la avanzada directamente de la barrica y es que los más recelosos piensan que alguna bodega, al jugarse tanto en este trance, en vez de darte a beber el vino objeto de la venta te engaña con uno de una añada ya terminada, que, normalmente, resultará más definido y bebible. Realmente es cierto que nos la pueden colar como quieran, pero, al menos, Pontet Canet no, o le sería más difícil.

Dejándonos de salseos, una añada buena de este tinto se cotiza a más del doble de lo que sale en primeur. Y no me extraña porque es un vino de clase mundial, su arrebatador mentol sirve de preludio a una textura de lo más sedosa.

Si es que es de mis predilectos de la región, ¿qué más os tengo que decir?

3. Domaine de Chevalier, Blanc, 2023, Péssac-Leognan. 106,72 euros.

Por mucho que Burdeos sea conocido por sus tintos, también alberga blancos de talla internacional. Uno de los mejores es el que elabora Domaine de Chevalier.

Como activo, parte de la gracia que tienen los blancos bordeleses es que suelen ser producciones mucho menores que las de los tintos, lo que influye en su rareza y, de tener culto, en su precio final.

Esta referencia es un ensamblaje de Sauvignon Blanc con Semillón, con claro predominio del primero. Es profundo y complejo, obviamente aún está demasiado primario en cuanto a sus aromas frutales y maderizados, pero su estructura tiene jerarquía, además por otras añadas que he probado ya os avanzo que esta referencia crece exponencialmente con unos años de guarda.

Ahora mismo beber un 2010 de esto es toda una experiencia.

4. Château Les Carmes, Haut-Brion, 2023, Péssac-Leognan. 107,69 euros.

No me muevo de Péssac-Leognan con esta equilibrada mezcla de Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, casi a partes iguales. Las grandes añadas de este gran tinto, esta lo es, destacan por su potencia y densidad combinada con una llamativa facilidad para beberlos.

Nunca dirías que estos vinos van a ser fluidos en boca, y va y lo son y más teniendo en cuenta, vuelvo a insistir, que aún les falta crianza y, por tanto, redondez.

Potencial de guarda, sí, es lo normal en Burdeos, pero es que este además ofrece rendimiento inmediato.

5. Château Pichon-Longueville, Comtesse de Lalande, 2023, Pauillac. 157,30 euros.

Otro de los grandes de Pauillac con una bodega preciosa. Si andáis por la zona no dejéis de visitarla. El problema con esta gente es que no solo yo sé que lo están haciendo muy bien, por lo que sus precios finales cada vez se acercan más a los 300 euros, haciendo que la vía de la preventa empiece a ser la única sensata para poder probar estos vinotes.

Estamos ante un château de origen familiar que en 2007 pasó a manos de la casa de Champagne, Louis Roederer. Cada año tengo la suerte de probar los grandes vinos de Burdeos y lo de esta gente es llamativo porque no dejan de mejorar, este 2023 puede que sea incluso mejor que el 2022 que, a su vez, me parecía el mejor que han hecho en la última década.

Se va a poner fino esto.

6. Cos d´Estournel, 2023, Saint Estephe. 160,93 euros.

Este ya no es que sea uno de mis Burdeos favoritos, es que es uno de mis tintos, así en términos absolutos, predilectos.

Goza de un culto especial lo que, desgraciadamente, hace que cada año sea más caro y así va a seguir porque es otro caso de bodega que está haciendo las cosas especialmente bien. Un 2019 ronda los 300 euros y, aun así, me quedo con lo que va a ser este 2023 excelso en cuanto a concentración y nitidez.

Complejo, largo y ostentoso, pero siempre dentro de la elegancia.

Buenísimo.

7. Château Palmer, 2023, Margaux. 338,80 euros.

Reconozco que esta casa la tengo menos controlada de lo que me gustaría, no soy un gran experto en Palmer.

Es otra bodega cuyo nombre debe a un británico, en concreto al coronel Charles Palmer, que adquirió esta propiedad en 1814. Es, sin duda, la bodega más agraviada por la clasificación de Burdeos de 1855 donde, únicamente, consiguió ser “3ème Cru Classé”, perjudicado por la juventud de la bodega cuando se elaboró esta jerarquización.

El caso es que ahora tiene precios exigentes, del máximo nivel (un 2015 ronda los 500 euros), dada su enorme clase. Es un ejemplo de estilo clásico del Margaux, de punto austero y apagado que, al poco de empezar a beberlo, te das cuenta de que obedece a su conseguida sutileza.

En añadas como esta resulta memorable. Merece la pena el esfuerzo dado que en unos años esto se va a poner aún peor (en cuanto a precio).

8. Château Angelus, 2023, Saint Emilion. 366,60 euros.

A partir de ahora ya solo quedan salvajadas, bodegas que son parte del imaginario colectivo, que han trascendido a su propio sector para ser parte de la cultura popular.

De hecho, Angelus, además de por su contrastada calidad, se hizo muy famoso hace unos años por aparecer en la larga escena del tren de la peli de James Bond Casino Royale en donde ocupaba tanto foco como sus protagonistas, Daniel Craig y Eva Green.

Es una referencia de una demanda tan militante que va a ser imposible poder beberlo más barato que a lo que aquí está y es que es un vino de culto diferencial.

Espabilad.

9. Château Mouton Rothschild, 2023, Pauillac. 462,20 euros.

Venga que ya voy a lo loco con el que para mí es el mejor tinto de esta orilla, la izquierda, de Burdeos.

Ni Latour, Margaux o Lafite Rothschild, si me tengo que quedar con uno sería este, cueste lo que cueste y esperando lo que haya que esperar. A cambio os vais a encontrar con un tinto kilométrico, mutante y variado, de textura etérea, pero, sobre todo, rico. Su combinación frutal y ahumada es inigualable.

De lo mejor que existe.

10. Château Cheval Blanc, 2023, Saint Emilion. 544,50 euros.

Acabo con un bombazo cuyas añadas míticas, como la 2005, ya superan con holgura las cuatro cifras. Eso sí, que luego no quiero reproches, estamos ante un tintazo que no deberíais beber según os llegue, sería un poco crimen.

Y es que es una botella que necesita de años para empezar a llegar a su punto ideal, abrirlo con precipitación es encontrarse con un vino demasiado duro, ya que salen a la venta bien potentes.

No pasa nada, es cuestión de saberlo (en este caso de que yo os lo diga), por tanto, si dais el paso de hacer esta inversión sabed que no lo deberíais descorchar hasta finales de la década siguiente. Así es que cuidaros, bebed mucha agua y haced deporte para llegar en las mejores condiciones a tal acontecimiento.

De nada.

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