EL MAYOR EVANGELISTA DE LA LONGEVIDAD RECONOCE NO SEGUIR ESTE HáBITO PARA VIVIR MáS TIEMPO

El doctor Valter Longo creció en Italia fascinado por las personas que más años viven y escudriñando todos los factores que envuelven a los centenarios. Considerado el evangelista de la longevidad, la revista Time lo ha nombrado entre los 50 mejores referentes de la salud del mundo.

Longo empezó a estudiar la longevidad a mayor escala en 1989. 35 años después, es director del Laboratorio de Longevidad y Cáncer del Instituto de Oncología Molecular IFOM de Milán (Italia). Le interesa especialmente la alimentación —de hecho, es el creador de la Dieta de la Longevidad— y las rutinas de ejercicios inspiradas en los hábitos de los centenarios más sanos del mundo. 

Longo practica la combinación entre dieta saludable y periodos de ayuno o restricción calórica y es partidario de no consumir más de 0,8 gramos de proteína por kilo de peso al día hasta los 65 años. Su dieta es fundamentalmente vegetarianacon pescado un par de veces por semana—, introduciendo carne, leche y huevos para niños y ancianos. 

La Dieta de la Longevidad apuesta por los carbohidratos de bajo índice glucémico, por el aceite de oliva en abundancia, por la disminución de los alimentos ricos en almidón y azúcar, por la reducción de las grasas hidrogenadas, saturadas y trans, por dos comidas diurnas completadas por aperitivos saludables, y un puñado de frutos secos todos los días.

 

Pero incluso Longo, que espera vivir hasta los 120 años, reconoce que es importante detectar los hábitos que uno puede cambiar y los que no.

Alineado con la dieta mediterránea —el factor más importante para la longevidad y la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer o demencia—, recomienda 12 horas de ayuno: comer entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde, o entre las 7 de la mañana y las 7 de la tarde. Esta pauta de alimentación se denomina dieta que imita el ayuno.

Aunque muchas de las personas más longevas del mundo sigan el viejo adagio de "desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre", Longo reconoce, tal y como recoge CNBC, cenar raciones más pequeñas a una hora más temprana no es algo que Longo haga.

La eminencia en longevidad reconoce cenar tarde y de forma copiosa. "Pero me hace la vida mucho más fácil no tener almuerzo", dice Longo, que también es el director del Instituto de Longevidad de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California-Los Ángeles. "De lunes a viernes no como a mediodía, y luego ceno en abundancia"

"Sería mejor comer mucho y cenar poco, pero así es como organizo mi vida". No cree que este hábito vaya a tener mucha repercusión negativa.

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