EL VESTIDO DE NOVIA DE NATALIA, HIJA DE JAIME ALFONSíN, EN SU BODA: FAVORECEDOR, ROMáNTICO Y ESTILO 'LA PRINCESA PROMETIDA'
De las bodas que estaban marcadas en las agendas este pasado fin de semana, la de Natalia Alfonsín, hija del exjefe de la Casa Real Española, Jaime Alfonsín, y su prometido, Álvaro Winzer, era la más secreta. Se supo días antes de la misma que tendría lugar en Madrid la tarde del 29 de junio de 2024 y que los novios había cursado una invitación muy especial: los reyes Felipe y Letizia estaban en el listado de posibles asistentes.
Tal y como manda la tradición, la novia llegó a la ceremonia religiosa acompañada de su padre, Jaime Alfonsín. La iglesia elegida por los novios es la misma en la que otras parejas relevantes, como en su día hicieran Tomás Páramo y María García de Jaime, y más reciente, la hermana del influencer, Lucía Páramo, celebraron sus nupcias. Hablamos de en la Ermita de Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la localidad madrileña de Alcobendas. A media tarde, el coche que llevaba a la novia y el padrino llegó a las puertas de la iglesia para, no solo, dar comienzo a la ceremonia, también para descubrir el look nupcial que Natalia Alfonsín había elegido.
Siguiendo los pasos de las novias más elegantes de la temporada, como son Teresa Urquijo o Carmen Gómez-Acebo, la gerente de planificación y nuevos modelos de negocios de Iberdrola escogió a Navascués como firma. Casualidades, otra novia protagonista de este fin de semana, Natalia Santos Yanes, hija de los empresarios Cristina Yanes y José Luis Santos, vistió otro diseño de la marca madrileña. Elegir a Navascués y a su equipo capitaneado por Cristina Martínez-Pardo Cobián, es sinónimo de apostar sobre seguro, de escoger un look cuidado hasta el más mínimo de los detalles y asegurarte de ser una novia única.
Para su gran día, Natalia llevó un vestido de novia de corte clásico, pero con un diseño contemporáneo. Confeccionado con una sublime combinación de tejidos naturales en tono blanco, la parte superior del traje estaba protagonizada por un escote Bardot cuadrado que dejaba los hombros al descubierto. El cuerpo corsé con mangas de gasa capa daba paso a una falda en línea evasé decorada con una sobrefalda de la que brotaba la cola. Un velo cubriendo el rostro completó el look nupcial de la hija de Jaime Alfonsín.
Como calzado, Natalia Alfonsín llevó unas sandalias con plataforma frontal y tacón de corte metalizado, un moño bajo decorado con flores y ramas naturales, unos pendientes XL de estética vintage. En cuanto al ramo, se decantó por una composición desestructurada en tonos verdes de gran tamaño con tres flores anémonas.
Una vez que la pareja cambio de estado civil, de solteros a casados, salió de la Ermita de Nuestra Señora de la Paz. La novia, agarrada del brazo de su ya marido, salió con el velo retirado de la cara y muy feliz y sonriente.
Concluida la ceremonia religiosa, los recién casados y sus invitados se trasladaron hasta la finca Soto Mozanaque, el enclave elegido por el groso de la jet set para celebrar su boda en Madrid. Su dueño es Ioannes Osorio, el actual duque de Alburquerque y exmarido de Blanca Suelves. Situada en la localidad de Algete, a tan solo 23 kilómetros del centro de Madrid, cuenta con un salón principal decorado por Pascua Ortega, una capilla propia que data de 1918 y una historia que la remonta al siglo XVIII.
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