SEúL VALORA ENTRAR EN LA GUERRA DE UCRANIA MIENTRAS RECIBE GLOBOS DE BASURA DE COREA DEL NORTE

Ya son más de 1.000 globos norcoreanos con desechos los que han sobrevolado desde mayo los cielos de Corea del Sur. Algunos de ellos contenían restos de heces humanas y de animales. Otros, papel higiénico usado. También los había con prendas sucias y rotas de marcas de ropa surcoreanas.

El lunes fueron 350 los globos de basura los que cruzaron del Norte al Sur. Al menos un centenar cayeron en las regiones más cercanas a la frontera con el hermético régimen de Kim Jong-un, donde defienden que su acción es una represalia porque los activistas surcoreanos no paran de enviar también globos con folletos de propaganda anti norcoreana que critican a su líder.

Pyongyang ha reanudado el lanzamiento de globos basura después de la visita de Vladimir Putin la semana pasada a la capital norcoreana, cuando el presidente ruso resucitó un viejo acuerdo de la Guerra Fría para firmar con Kim un pacto asistencia militar mutua en caso de que cualquiera de ellos se enfrente a una "agresión".

Este fue el apunte más destacado que transcendió sobre un vago acuerdo del que se conocen pocos detalles concretos, pero que reubicó un preocupante acercamiento entre estos dos estados con armas nucleares que sacudía el tablero geopolítico.

Según el texto del acuerdo publicado por la agencia de noticias norcoreana KCNA, si una de estas naciones es invadida y empujada a un estado de guerra, la otra debe desplegar "todos los medios a su disposición sin demora para proporcionar asistencia militar y de otro tipo".

Mientras que la vecina China trató de mantenerse al margen porque quiere evitar que Occidente la incluya en el bloque que están formando Moscú y Pyongyang, el tripartito de democracias aliadas del Pacífico que forman Estados Unidos, Corea del Sur y Japón manifestaron de la mano en un comunicado su condena por la "profundización de la cooperación militar" entre la Corea del Norte y Rusia.

Se espera que Washington, Seúl y Tokio muevan pronto ficha sacando músculo en la región con nuevos ejercicios militares conjuntos. Pero la respuesta más sonada tras el pacto de defensa entre Putin y Kim llegó por parte del país que se ve más amenazado por este acuerdo, Corea del Sur, que aseguró estar considerando enviar armas a Ucrania. Desde la oficina del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, emitieron además un comunicado calificando el pacto como una amenaza a la seguridad de su país.

"Reconsideraremos la cuestión del suministro de armas a Ucrania", advirtió tras la visita de Putin el asesor de seguridad nacional surcoreano, Chang Ho-jin. "Cualquier cooperación que ayude a aumentar el poder militar de Corea del Norte es una violación del Consejo de Seguridad de la ONU", añadió.

Protesta formal

Un día después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur convocó al embajador de Rusia en señal de protesta. "La firma por parte de Rusia de un acuerdo de defensa mutua con Corea del Norte acerca a Moscú a cruzar la línea roja de Corea del Sur", reiteró Chang el domingo.

Seúl, que es el noveno mayor exportador de armas del mundo, ha apoyado desde el principio a Kiev con envío de ayuda humanitaria y se ha sumado a las sanciones de Occidente contra Moscú. Pero ha evitado un debate serio sobre la posibilidad real de romper con su tradicional política pacifista de no suministrar armas letales a un país que está en guerra con otro. El Gobierno surcoreano temía que, de hacerlo, provocaría que Moscú apoyara militarmente a Pyongyang enviando armamento avanzado.

Seúl y Moscú no han parado de intercambiarse advertencias (vinculando la seguridad en la Península de Corea con la invasión rusa de Ucrania) desde la visita de Putin a Pyongyang. Aunque Putin aseguró después de su pacto con Kim que "Corea del Sur no tiene nada de qué preocuparse", los analistas del país asiático han empezado a especular con las armas que las autoridades surcoreanas podrían enviar a Kiev y que ayudarían al ejército ucraniano a lograr importantes avances: sistemas múltiples de lanzamiento de cohetes Chunmoo, obuses K9 y tanques K2.

Mientras en Seúl reconsideran la política de envío de armas y Corea del Norte vuelve a su sucio juego de los globos basura, un portaaviones Armada estadounidense, el USS Theodore Roosevelt, atracó el sábado en el puerto surcoreano de Busan para participar cerca de la Península de Corea en los próximos ejercicios trilaterales -sin fecha anunciada todavía- con el ejército de Corea del Sur y de Japón.

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